Muybridge: Su Paseo Por Guatemala

El legado de Muybridge

Nos encontramos frente a uno de los genios de la historia de la fotografía. Desde joven quería hacerse un nombre, trascender las fronteras de su país y ser recordado en la historia. Arisco e inquieto, veía lo que otros no veían, comentaba aspectos de las cosas que los demás pasaban por alto. Siempre estaba inventando algo y su personalidad se vislumbraba como la de artista y visionario. Fue ambas cosas.

Inglés de nacimiento (1830), se trasladó a Nueva York en 1850 donde trabajó como vendedor de libros. En San Francisco, abrió una librería y empezó a interesarse en la fotografía en 1860, aprendió la técnica en uso entonces y llegó a dominarla totalmente. Sus fotos de las costas de California, de Yosemite y de la creciente urbe de San Francisco, así como de Alaska, el lado oeste de Canadá y de Centro América delatan su sensibilidad y su talante artístico. Sabía escoger el punto exacto para sacar un mayor provecho del panorama y lo hacía con un ojo innato para lograr una buena composición.

Se tomaba la vida con pasión y espíritu aventurero; sin embargo, sus largas temporadas fuera de casa propiciaron que su esposa tuviera un amante. Emprende la búsqueda de su rival (Harry Larykns), recorre grandes distancias, lo encuentra y lo mata (1874). Fue juzgado por su crimen y declarado inocente; el jurado dictaminó homicidio justificado a pesar de que, en su propia defensa, Muybridge mismo puntualizó su culpa. Esta peculiar decisión del jurado probablemente estuvo amparada en el carácter peculiar, distinto y genial del acusado.

Leland Stanford, amigo suyo y patrocinador de sus inventos, pagó la defensa de Muybridge en su juicio y contribuyó a que Muybridge viajara a Centro América y dejara atrás ese oscuro episodio. La Pacific Mail Steamship Co. patrocinó su viaje con la mira de que fotografiara estas tierras inexploradas y se incentivaran los viajes y las inversiones en esta región. Con la gana de distanciarse del resto del mundo y con esta misión en mente, Muybridge fotografía estos parajes. Muchas de sus tomas de Guatemala se centran en el ciclo del cultivo del café. Las Nubes, la finca de café de William Nelson, agente comercial en Guatemala de la Pacific Mail Steamship Co., fue uno de los sitios más fotografiados.

Estuvo en Guatemala seis meses, contó con el apoyo incondicional del Presidente Justo Rufino Barrios y volvió a San Francisco con 260 fotos de distintos países del istmo. Hizo también postales estereográficas y creó álbumes de 120 imágenes que puso a la venta en 100 dólares cada uno. Varios de ellos fueron regalados a quienes lo indultaron de su crimen.

Muybridge se sumerge entonces en sus investigaciones acerca del movimiento y sus fotos del mismo fueron determinantes en su carrera y en la historia de la fotografía. Son famosas sus fotos secuenciales de caballos, aves y personas en movimiento. Con su zoopraxicopio proyectó estas imágenes y fue, a su manera, uno de los pioneros que más ha influido en la historia de la fotografía, pues propició el inicio del cine. Sus inventos revolucionaron la manera de ver, pues desenmascararon las convenciones perceptivas del movimiento, desplegaron su registro y demostraron la complejidad visual del mismo. Reveló un aspecto de la realidad que no se había analizado pormenorizadamente.

Muy consciente de sí mismo y de su peculiar talento, estudió mucho su propia imagen, se diría que “la construyó” exprofesamente y se proyectó en la sociedad y en el mundo de su época como una personalidad distinta que respiraba el aire del artista. Solía presentarse como “profesor”, título muy distinguido en su época. Pasó el resto de su vida dando conferencias y demostraciones de sus fotografías en movimiento y regresó a Inglaterra para difundir su trabajo. Editó recopilaciones de sus fotos y volvió a su ciudad natal, Kingston upon Thames donde murió en 1894. Desde 1904, su casa se convirtió en un museo que exhibe su obra.

Algunas anotaciones acerca de sus fotos

Este fotógrafo llega a Guatemala en 1875 cuando el gobierno liberal, con sus ideales, valores e innovaciones de corte positivista, inauguraba la era del progreso. El cultivo del café desplazaba en importancia a la cochinilla y la apertura de vías de comunicación –el ferrocarril y el Puerto de San José– atrajeron a muchos inversionistas extranjeros. Muybridge mismo fue, efectivamente, un agente de cambio al dar a conocer nuestro paisaje al mundo de aquella época. A través de sus fotos, vemos parajes y personajes que nos invitan a un viaje en el tiempo que sólo se había registrado fotográficamente a través de retratos, pues no había fotos de paisajes.

Llevaba consigo su estudio fotográfico “The flying studio” que incluía cámara enorme, cuarto oscuro y químicos para sensibilizar las placas de vidrio (colodio húmedo) y para revelarlas también allí y ver los resultados. Ese estudio muy poco ágil de transportar y sumamente aparatoso le acompañó a un sinnúmero de viajes. Ello le obligaba a hacer con cierta rapidez las fotos, dado el inminente secado de la emulsión, pero podía repetir la foto si no le parecía.

Este tipo de técnica lograba un gran detalle; se observan la densidad, el contraste y las texturas a pesar de los prolongados tiempos de exposición. Dichos tiempos se advierten en que tanto las nubes, el río, el lago y las personas aparecen con cierto “barrido” que le otorga una calidad fantasmal y cierto dramatismo a algunas imágenes.

No existe otro conjunto fotográfico tan sólido y bien configurado de la Guatemala de esos años. El hecho de que un artista como Muybridge se adentrara en nuestras tierras y las fotografiara con ese estudio fotográfico portátil fue un hito histórico. La calidad fotográfica que alcanzó mediante el colodio húmedo fue excepcional, pues llegó a dominarla con magistral destreza. Su composición es muy cuidada y no son frontales; están tomadas desde esquinas para lograr mayor perspectiva. En la mayoría de los casos, Muybridge se coloca desde un punto de mira alto que le ampliaba el horizonte. Por ejemplo, vemos la ciudad de Guatemala que conservaba la altura de su topografía natural, de la que sólo sobresale la Catedral y la Merced.

Por lo general, capta escenas cotidianas y en algunas él mismo se incluye. Advertimos la realidad social de la Guatemala rural de entonces, la indumentaria escasa de los indígenas, las camisas blancas y trajes elegantes de los patrones. La organización social en torno al trabajo de las fincas, las mujeres recolectoras descalzas con sus hijos o con las escaleras y canastos para el corte del café, los hombres en los patios de secado, en la hora de almuerzo sentados en trozas de madera o en el suelo, algunos descalzos otros con caites. Los ranchos, las calles de tierra revelan una economía que depende de la agricultura y de la fuerza de trabajo de los indígenas. El mercado de Quezaltenango revela el tipo de productos de intercambio, leña y artículos muy básicos y la misma plaza sirve de escenario para la singular bienvenida, con cañones incluidos, de la que Muybridge es objeto.

En las fotos de La Antigua y de la Ciudad de Guatemala se nota la escasez de población y la solidez de las construcciones. Lo urbano contrasta con la vida rural por su desarrollo e inminente pujanza. La politécnica y los futuros soldados aparecen como un sector nuevo en la sociedad.

Estos y muchos otros elementos ayudan a adentrarnos en este lapso de nuestra historia captado a través de los ojos y la lente de un singular personaje que contribuyó, con su visita y sus fotos, a que el mundo conociera esta región.

Silvia Herrera

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Curaduría por: Daniel Chauche (Francia / Guatemala)

Artista(s): Eadweard Muybridge (Estados Unidos)

Locación: Palacio de los Capitanes
5a Calle Poniente, La Antigua Guatemala
Martes a sábado 10 a 17 hrs.

Parqueo: Vía pública